John se sobresalta al oír un
fuerte portazo proveniente de la puerta que da a la calle. Estaba en la
habitación de Sherlock, dando vueltas y mirando sus cosas, y no quería que él
llegara y le sorprendiera ahí, husmeando. A paso rápido, se dirige al baño y
cierra la puerta, apoyándose luego en ella, esperando a que su respiración se
normalizara y no pareciera agitado cuando saliera.
Justo cuando iba a hacerlo, oye
unos tacones retumbar en la madera antes que los vigorosos pasos de su
compañero, y decide, extrañado, no salir. <<
¿Irene?>>. Siente algo de indiferencia, ya que no albergaba
sentimientos de repulsión hacia ella desde que decidió volver a casa, tras esa
fuerte discusión con Sherlock, y era porque el detective no se comportaba como el
Sherlock Holmes de siempre. Había algo en él muy diferente, en su trato con
John. Más atento, más cercano, solamente un poco más diferente. Aunque seguía
siendo el mismo estaba… más relajado.