John seguía inconsciente. La
gente que pasaba por allí miraba a Sherlock con el doctor en brazos, totalmente
ajenos e interrogativos. Sherlock se da toda la prisa que puede, y nada más
llegar a casa, lleva a John a la cama. Una pequeña franja de la chaqueta abierta
le deja que ver que tiene la camisa manchada de sangre. Al abrir la chaqueta y
desbotonar la camisa torpemente, ve las iniciales de Moriarty en su piel, una
herida bombeante y de sangre muy fea. <<La
letra con sangre entra>>. No quiere pensar en qué le ha podido decir
el criminal a John, ni qué consecuencias tendría esa marca en él, y se siente
realmente frustrado. Lo importante ahora era curarle.
Ni siquiera se había quitado el
abrigo. Conforme se acerca al lavabo, empieza a quitárselo y lo tira encima de la mesa de la cocina, haciendo un
sonoro ruido porque cae encima de los tubos de ensayo y de un montón de
papeles. Coge del baño una toalla húmeda, un cuenco y el botiquín de mano y
vuelve al lado de John.