sábado, 28 de diciembre de 2013

Go out (Jim, 6)

El fuego en la chimenea chisporroteaba entre los leños que ardían y se consumían, ennegreciéndose y haciéndose cenizas muy, muy lentamente. Jim y Elisabeth estaban sentados enfrente uno del otro y separados por un revoltijo de papeles a lo largo de la mesa.

—Ahora mismo está fuera de nuestro alcance —prosigue Jim—, pero Foster volverá pronto al país, y será entonces cuando sea tooodo tuyo. ¿Lo has entendido?

domingo, 22 de diciembre de 2013

I'm here (Sherlock, 11)

Ver un cadáver custodiado por la estatua de Peter Pan sin ninguna consistencia, un charco de pulpa pringosa de carne, huesos y cartílagos desparramados por el cemento y bañados en sangre no era una bonita forma de empezar el día, no para John, Lestrade y las mentes más sensibles. Sherlock observaba sin ni un ápice de repulsión y asco en su mirada, aunque no podía negarse que era una escena macabra. <<Quien haya hecho esto es un destripador sin alma>>.

Se agacha y lo examina un poco mejor, pero con el cadáver tan sucio y lleno de sangre era difícil ver pruebas. Sólo podía sacar en claro que había sido un asesinato brutal, con lo más seguro un fuerte forcejeo antes del sangriento acto final.

viernes, 20 de diciembre de 2013

I don't want to go (John, 9)

John se sobresalta al oír un fuerte portazo proveniente de la puerta que da a la calle. Estaba en la habitación de Sherlock, dando vueltas y mirando sus cosas, y no quería que él llegara y le sorprendiera ahí, husmeando. A paso rápido, se dirige al baño y cierra la puerta, apoyándose luego en ella, esperando a que su respiración se normalizara y no pareciera agitado cuando saliera.

Justo cuando iba a hacerlo, oye unos tacones retumbar en la madera antes que los vigorosos pasos de su compañero, y decide, extrañado, no salir. << ¿Irene?>>. Siente algo de indiferencia, ya que no albergaba sentimientos de repulsión hacia ella desde que decidió volver a casa, tras esa fuerte discusión con Sherlock, y era porque el detective no se comportaba como el Sherlock Holmes de siempre. Había algo en él muy diferente, en su trato con John. Más atento, más cercano, solamente un poco más diferente. Aunque seguía siendo el mismo estaba… más relajado.

viernes, 29 de noviembre de 2013

Dance (Sherlock, 10)

Llegaba tarde, como de costumbre, a una de sus citas con Irene Adler, aunque no era el único invitado que iba con retraso. En el enorme patio ajardinado donde se aparcaban los coches, podía ver que algunas personas, pocas, entraban entre risas apresuradas, pasitos cortos por parte de las mujeres para no tropezar con sus vestidos o torcerse un tobillo por sus tacones y pasos más vigorosos y alargados por parte de los hombres. El gran salón de ceremonias era toda una fiesta de brillo, oro y glamour, donde los valses resonaban por todo el majestuoso palacio.

Al adentrarse en el salón, puede ver a gran parte de los invitados participando con elegancia en el baile, mientras que otros mantenían una agradable conversación con amigos y conocidos sobre política y negocios, custodiados por las enormes columnas que rodeaban todo el salón. Sherlock podía divisar a un par de políticos, unos cuantos banqueros, empresarios que habían hecho riqueza habiendo llevado con cierta astucia y sabiduría sus negocios; hasta pudo ver a algún que otro noble. La persona de la que menos se alegraba de haber visto fue al Primer Ministro, ese hombrecillo que se refugiaba en Downing Street que no paraba de insistir que acepara ser nombra Sir por Su Majestad. ¿De qué le servía a Sherlock un título así en estos tiempos? Era un detective asesor, no un caballero con armadura.

sábado, 23 de noviembre de 2013

Declaration (Eli, 9)

Llevar ya dos semanas con el pie inmóvil y vendado le hacía sentir muy impotente. ¿Cómo iba entonces a controlar sus miedos, a alejarlos de ella, si no podía bailar, volar lejos de ellos? Erik era lo único que le proporcionaba evasión. Era la luz que la guiaba en la oscuridad del túnel. Aunque ahora no tenía muchas ganas de hablar con él.

—No me digas que te has enfadado… —dice Erik cuando por fin da con ella en el salón.

martes, 19 de noviembre de 2013

More bipolar, and much more sexual (Seb, 6)

—Jefe, ¿qué tal está Eli? —pregunta nada más coger el teléfono. Se veía obligado a hacerlo; seguro que a Jim ‘’le gustaba’’ que mostrara algo de interés por ella, sabiendo que al francotirador no le caía especialmente bien su protegida. La respuesta de Jim es seca: mejor—. Estoy ultimando un trabajo. Volveré cuando termine.

Cuelga el teléfono nada más acabar de decir eso. Decir adiós era inútil. ¿Era pareja? ¿No? ¿Sólo compañeros, amantes? ¿Tenían algo más aparte o sólo la relación profesional con algún desliz?  La verdad, ya no eran deslices. Eran deslices uno detrás de otro, sin parar… A Seb le gustaría apostar que había algo más. El amor es algo con lo que a veces es mejor no jugársela, y más si es con alguien como James Moriarty, que no atiende a sentimentalismos. Sebastian le daba mucha importancia a su relación extra-profesional desde hacía años, y quizá se estaba comiendo la cabeza pensando tanto, pero a él le importaba, mucho.

martes, 13 de agosto de 2013

He's my savior (Eli, 8)

La prueba ya había pasado. Por fin un peso menos que tenía encima, aunque seguía inquieta y nerviosa, siempre con las pastillas a mano por si pasaba lo peor. No superaba el asesinato de Dean Crowe, y eso junto a la horrible pesadilla con su madre le aprisionaban el corazón. Pero ahora había algo que de alguna manera, aunque era peligroso y no pensaba volver a ponerse en peligro, le levantaba el ánimo: Sherlock Holmes. Había conocido al detective asesor.

Fue después de la prueba de baile para El lago de los cisnes. Estaba hablando con unas amigas a la salido cuando oyó detrás suya que alguien se aclaraba la voz. Se dio la vuelta y lo vio: un hombre joven, de treinta y pocos, alto, imponente, con unos ojos azules hipnotizantes, preciosos, con el pelo negro como el carbón y rizado, alborotado pero manteniendo cierto orden en el caos. Había oído que tenía la apariencia de alguien serio y firme, pero en ese momento lo notaba desconcertado, más bien nervioso. Eli intentó disimular su asombro al verlo.

miércoles, 7 de agosto de 2013

Welcome to Baker (John, 8)

Tras cerrar la última cremallera de su maleta, a rebosar con todas sus cosas, suspira. Por una parte estaba encantado de volver a casa. Por otra no sabía cómo enfrentarse a Sherlock cuando le viera.

La idea que se había metido en la cabeza era simple: Sherlock seguiría como hasta ahora, siendo una persona fría, meticulosa y dejando en un cajón cerrado con llave sus sentimientos y emociones, si es que por algún poder extraño allá en el universo Sherlock sentía algo por él.

miércoles, 31 de julio de 2013

Prólogo II

Ese aroma a papel caliente recién impreso, mezclado con el olor a viejo, a antiguo, a libros llenos de recuerdos y fantasías, era lo que reinaba en la pequeña, bohemia y coqueta librería Koreander’s de la calle New Cavendish. Un sitio anticuado, nada en armonía con el resto de la calle, dándole ese toque nostálgico de una Londres de años lejanos y desenfadados a la fría y distante modernidad. Poca gente se fijaba en ella, aunque solía tener clientela. Sería por eso de estar en el lugar equivocado, en la época equivocada; llamaba la atención.

martes, 30 de julio de 2013

¡Feliz verano!

Buenas a todos. Hago este pequeño comunicado para decirle a los seguidores de este humilde fanfic, The Man Who Can, vuelve pronto a las andadas. Estamos a mitad de verano y he tenido un poco de tiempo para avanzar y hacer algunos capítulos de lo que será la segunda parte, aunque aún me queda bastante por hacer y por organizarme, pues tengo la cabeza en muchos sitios, proyectos y el calor no ayuda. Así que aprovecho también para decir que por lo menos al principio de la publicación de la segunda parte no habrá capítulos todas las semanas, para darme tiempo a seguir avanzado sin agobiarme.

Muchas gracias a los que siguen ahí apoyándome y dándome esperanzas y amor para que no me desanime y esto siga adelante. En relativamente poco publicaré el prólogo que introducirá la segunda parte. Para terminar, el tiempo que he estado ausente aquí he aprovechado para evadirme y para escribir relatos cortos. Si alguno quiere ojear algo, en la barra lateral encontrará un botón de wattpad que le llevará a mi perfil en esa web.

¡Un saludo, un abrazo enorme y seguid disfrutando del verano!

sábado, 15 de junio de 2013

Elisabeth Parker (Sherlock, 9)

Irene Adler pasó cuatro días más en Baker hasta que dieron con Samuel Weisz. Pertenecía a una mafia de poca monta, pero que daba más de un quebradero de cabeza a la policía desde hacía un tiempo. Con la ayuda de Sherlock (por supuesto), apenas tardaron menos de una semana para desmantelar su negocio y encerrarlos a todos, menos a uno.

Dean Crowe, el segundo al mando, logró escapar. Llevaba varios días ilocalizable. Dio la casualidad de que Sherlock quiso investigar un poco más sobre este grupo de mafiosos, y se encontró con que Jackson Williams era un informador y mensajero de éstos. Moriarty acabó con él y por motivos que desconocía. Seguro que habría algún enlace entre Jackson y la mafia.

jueves, 13 de junio de 2013

Brothers (John, 7)

— ¿Y bien? —la voz de su Hermana lo saca de sus ensoñaciones. Era una voz ronca y pastosa, cuando hacía unos años era más melodiosa y femenina. Cosas que pasan por abusar del alcohol y el tabaco—. Todavía no me has dicho qué haces aquí.

Las maletas aún estaban amontonadas sin ningún cuidado al lado de la puerta del recibidor. No era propio de John hacer esas cosas; siempre era minucioso con lo que hacía y ordenado. Él mismo habría supuesto que sería fuerte, que estas pequeñas vacaciones iban a ser como otras cualquiera, como la convención en Oxford, pero le dolía demasiado el corazón. Le duele haber dejado a Sherlock sin despedirse, sólo con una triste e inquisitiva nota. Volvería —‘’Por supuesto que voy a hacerlo. Nunca lo dejaré’’—, pero no sabía cuándo, y estar lejos de él a pesar de lo mucho que le había hecho padecer últimamente le mataba.

martes, 11 de junio de 2013

Remembering (Jim, 5)

Un abrumador y abrasador calor recorría todo el cuerpo de Jim. Era como si sus pesadillas lo estuvieran quemando vivo. El sudor frío de la frente corría lentamente hasta derramarse a los lados. Una expresión suplicante se esbozaba en su rostro. Las pesadillas lo rodeaban, pero tenía la sensación de que no eran pesadillas creadas por su subconsciente, sino recuerdos olvidados que ahora sin explicación alguna su mente veía oportuno recuperar. En ellas no ocurrían cosas malas que le hicieran tener miedo, pero le daba pavor estar atrapado en su propio cuerpo y representando escenas de las que él no tenía constancia haber vivido, escenas en las que parecía un maniquí cogido con hilos y movido por otra persona totalmente opuesta a él, y que decía cosas que él nunca diría.

No para de revolverse en la cama, de rodar en ella de un lado a otro, de gemir de angustia en la oscuridad... Precisamente esa noche no estaba Seb; había un trabajo fuera de Londres y se había ido hacía un par de días, días en los que Jim, efectivamente sin el francotirador no pudo dormir y necesitó las pastillas, pero esa noche era diferente. Era como si su cabeza quisiera que durmiera y se sumiera en esas visiones, y Jim no era capaz de despertarse. Su mente quería hacerle llegar a cierto punto hasta que decidiera quitar el pestillo a la puerta de salida.

viernes, 7 de junio de 2013

You did it (Eli, 7)

Eli era incapaz de quedarse quieta en la cama. No paraba de dar vueltas, de revolverse entre las sábanas y negar con la cabeza. Era la peor noche que estaba pasando desde aquello.

De repente se ve en esa habitación, esa lúgubre y agobiante habitación del piso de Dean Crowe. Ella está de espaldas al cuerpo inmóvil de Crowe en el suelo. Al darse la vuelta, ve que hay alguien ahí más aparte de ella y Crowe; una delgada y oscura sombra, probablemente una mujer, había puesto boca arriba el pesado cuerpo del muerto y le había desabrochado la camisa. ‘’ ¿Esto es un recuerdo? No… ¿Qué pasa aquí? Yo no hice eso’’, piensa Elisabeth nerviosa. La figura alza el cuchillo ensangrentado que lleva en la mano cual pintor llevando por encima de él el pincel, contemplando su obra terminada. Se levanta y deja a Elisabeth ver lo que ha garabateado; unas letras totalmente legibles aun con la sangre corriendo por cada uno de los bordes de la piel desgarrada: Yo maté a Dean Crowe - Elisabeth Parker. Eli frunce el ceño aterrorizada, pero lo peor es cuando ve quién es la lleva el cuchillo, quién había escrito esas horribles palabras en el pecho desnudo de Crowe. No era ella.

martes, 4 de junio de 2013

An unexpected visit (John, 6)

El traqueteo del motor del viejo taxi parando enfrente del portal 221B despierta a John; se había quedado dormido durante el trayecto del aeropuerto hasta Baker Street. Por fin había vuelto a casa,  y conforme baja del taxi y coge sus maletas, sólo puede pensar en una cosa: en Sherlock.

El muy despistado ni se acordó de que se había ido a Oxford a un convención médica, y cuando recibió el mensaje del detective en el que suponía que él estaba en casa, John se enfadó un poco, pensando que no había cambiado nada y que seguía sin prestarle atención muchas veces, pero a la vez sonrió. ‘’No cambiará nunca…y tampoco quiero. Me gusta tal y como es, aunque de vez en cuando preferiría que se comportase de otra forma… Debo conformarme con que sólo somos amigos, y eso me basta con tal de estar a su lado’’. Pensaba que su pequeño viaje habría servido para enfriar las cosas entre ellos después del beso, lo que sería genial para su relación.

viernes, 31 de mayo de 2013

He's dead (Eli, 6)

—Dean Crowe. Mi trabajo en solitario es Dean Crowe, segundo al mando de un grupo de mafiosos. Huyó al norte tras ser arrestados los demás miembros de la banda por la policía y el detective asesor Sherlock Holmes. Está en Canterbury, y será allí donde lo mataré. Puedo hacerlo —Eli estaba hablando con su reflejo, encerrada en el baño. Agacha la cabeza un momento y suspira—. Puedes hacerlo, Elisabeth —se repite subiendo lentamente la cabeza y mirándose de nuevo fijamente.

— ¿Eli, estás bien? —oye al otro lado la voz de Erik, que llama a la puerta preocupado.

martes, 28 de mayo de 2013

Cardiff (Seb, 5)

Día 1.

En el hospital reinaban los pitidos de las máquinas y los pasos arduos de las enfermeras y los doctores que corrían  de un lado a otro. Al entrar en la habitación, Sebastian miró fijamente a Jim, con la cabeza enrrollada en vendas blancas, aunque ya no era él, ya no era su jefe. A partir de ese momento, iba a ser otra persona. Los médicos no sabían cuándo recuperar la memoria, o si por algún extraño y mágico caso iba a hacerlo, y Seb estaba perdido, pero con todo planeado.

viernes, 24 de mayo de 2013

The only man I trust (Irene, 6)

— ¿Y no podías haberme pedido ayuda? —dice Irene, cruzándose de brazos—. Será que no hemos quedado a lo largo de este año. En cualquiera de nuestros encuentros podrías haber fingido algo de interés, porque yo nunca doy el primer paso en esta relación, querido. Y por cierto, yo siempre soy sexy —susurra, aunque su voz provocativa resuena por toda la iglesia. Un par de personas se dan la vuelta, pero no ven quién ha sido esas palabras tan fuera de lugar.

Irene había elegido la iglesia como punto de encuentro porque era de los pocos lugares en los que Jim no tenía cámaras. ¿Quién fijaría su atención en la casa de Dios? Él no.

martes, 21 de mayo de 2013

Behind you (Sherlock, 8)

El juego de Moriarty lo tenía totalmente descolocado y desconectado de todo lo ajeno a él. Los días pasaban, y no encontraba más pistas ni nada relacionado con el caso. Ninguna muerte sospechosa ni nada por el estilo se le presentaba y Sherlock se sentía frustrado, atado de pies y manos sin poder escapar del embotamiento que suponía el juego del criminal asesor.

Mandó buscar a Lestrade información sobre posibles relaciones con mafias o gente peligrosa, mas el inspector no encontró nada. Parecía como si le hubiera enseñado la carta de invitación a un baile pero sin dirección ni hora ni fecha. Todo estaba incompleto sin poder seguir un camino, pero el ser humano siempre falla en algo sin darse cuenta y podría encontrar en cualquier momento algo que lo llevase directamente hasta Moriarty.

sábado, 18 de mayo de 2013

Mom (Eli, 5)

— ¿Qué? —Erik le coge las manos y la levanta suavemente del colchón—. ¿Qué te toca?

—Es mi turno de escuchar. Has preguntado muchas cosas. Ahora me toca a mí.

Erik sale de la habitación y va hasta el piso de abajo, al salón. Eli se queda parada un momento y luego corre en su encuentro. Llega al salón y lo ve sentado en el sofá, el cual ha movido para dejar un espacio grande en la habitación.

jueves, 16 de mayo de 2013

At his mercy (Irene, 5)

— ¡Basta! ¡Para! —suplica a gritos el hombre, atado de pies y manos en la cama.

Irene chasquea un par de veces la lengua.

—Ah, ah, ah —mete la parte delantera de la fusta en su boca—. Cariño, a mí nadie me manda parar.

martes, 14 de mayo de 2013

The price (Eli, 4)

— ¿Eriiik? ¿Estás en tu habitación? —la voz de Elisabeth resuena por las escaleras y forma eco. No obtiene contestación y decide emprender el camino hasta su habitación. Se asoma un poco por el hueco de la puerta—. ¿Erik?

La habitación estaba iluminada por la pequeña lámpara encima de la mesilla de noche. Lo que sí escucha es el agua correr y chocar contra la mampara de la ducha del baño que estaba al lado de su habitación. Se estaba duchando.

viernes, 10 de mayo de 2013

The game is on, dearie (Jim, 4)

—Estoy impresionado, sí —anda despacio, saliendo de la gruta y aplaudiendo lentamente—, pero impresionado por tu tardanza. Con los años te has convertido en una tortuga lenta y aburrida —utiliza un tono burlón—. ¿Cuánto ha sido? ¿Dos semanas? ¿Tres? Detective asesor tonto.

—Qué emoción que lo hayas estado contando —contesta Sherlock con media sonrisa falsa en su rostro.

El reencuentro entre Sherlock Holmes y Jim Moriarty, después de ya 4 años. Jim tenía ganas de jugar después de tanto tiempo, así que un pequeño trabalenguas como precalentamiento no estaría mal.

martes, 7 de mayo de 2013

The park (John, 5)

Llevaba días intentando esquivar a Sherlock, aunque fue una tarea no muy complicada; su compañero apenas salía del cuarto. John siempre iba con cuidado cuando volvía del trabajo; cogía algo para picar, el periódico y se encerraba en su habitación.

Dos días después de lo del beso, por lo que se sentía realmente estúpido, se topó con Sherlock. Hubo un pequeño silencio incómodo que el doctor rompió con una serie de disculpas tontas. Sherlock simplemente dijo su nombre y le miró fijamente a los ojos, como intentando decirle que no pasaba nada y que lo dejase ir.

viernes, 3 de mayo de 2013

You want my confidence. I want yours (Irene, 4)

— ¿Kate? —pregunta elevando la voz y canturreando. Consigue dar con ella en la cocina; estaba preparando el desayuno—. Hoy tenemos visita.

— ¿El señor Moriarty, otra vez?

—No —se echa a reír—. Recuerda: Jim no avisa nunca cuando viene. A este le he invitado yo.

martes, 30 de abril de 2013

Smile (Seb, 4)

Abraza deliberadamente con una mano el delicado, fino y suave brazo de la chica que tiene a su lado, una joven de ojos verdes penetrantes y dulces pero a la vez traviesos y fieros que conoció la noche anterior en un pub, y que se acurruca a su lado al notar un poco de movimiento, presionando su pecho desnudo contra el de Seb. Acaricia con las yemas de los dedos de manera casi superficial su hombro. Tenía una piel rosada, poco tostada, que hacía contraste con sus rasgos suaves y su salvaje pelo oscuro y ondulado. Ella lo abraza, aún dormida, y suelta un leve gemido, como pidiendo que se quedara cinco minutos más en la cama.

sábado, 27 de abril de 2013

Feelings (Sherlock, 7)

Sherlock no sabe qué hacer, qué decir. Simplemente se queda en el sitio viendo a John apartarse unos escasos centímetros de él.

—Lo… Lo siento. N-no sé qué me ha pasado —le temblaba  el labio inferior,  pero esboza una nerviosa y pequeña sonrisa que Sherlock ve perfectamente.

Con ese tímido beso, John se había declarado. Los sentimientos de los que le había hablado estaban ahora visibles a los ojos de Sherlock, y eso lo dejaba totalmente confundido e indefenso, sin saber qué pensar.

jueves, 25 de abril de 2013

Moriarty? (John, 4)

John sale de New Scotland Yard, seguido de Sherlock. Suelta un largo bostezo. Los días cuidando a Sherlock y el trabajo, además de estas salidas repentinas que no lo dejaban siquiera comer, lo agotaban.

—En resumidas cuentas…

—Jackson Williams. 21 años  —dice Sherlock—. Estudiante de Economía en la Universidad de Londres. Un chico tranquilo, estudioso, aunque algo reservado. El primero de la clase a pesar de mostrar cierta actitud de superioridad hacia los profesores. Desaparecido hace tres meses. Sus padres creyeron que se había ido de viaje de estudios. La comunicación en el hogar era escasa, pero al ponerse en contacto con la universidad, les dijeron que no sabían nada del joven y empezaron la búsqueda sin éxito. Vivía en Lambeth Street. Cada día al salir de la universidad cogía su monopatín y hacía el trayecto hacia casa pasando por el parque St. James. El skate de juguete tenía polen. Ese parque es nuestra próxima parada.

martes, 23 de abril de 2013

Enjoyment, at last! (Sherlock, 6)

Después de unos cuantos días de descanso total, desayunos en la cama y baños calientes, Sherlock mejoró hasta el punto de poder levantarse del lecho e investigar los acontecimientos del otro día. John había pedido unos días libres en el trabajo para ocuparse de él. Después de que Sherlock le dijese que no se fuera, no se apartó de su lado ni un solo momento. Parecía que ya no estaba enfadado con él, que la nota de Irene, los reproches por su desaparición y todo aquello había desaparecido, por lo menos en apariencia. Sherlock sabía que era un tema difícil de olvidar, y más para John.

Tras vestirse, sale del cuarto y va a un cajón de la encimera de la cocina. Se coloca unos guantes y una mascarilla que le cubría la boca y la nariz. En los días que estuvo descansando llegó a la conclusión de que los guantes estarían cubiertos de alguna sustancia tóxica y/o venenosa, así que tenía que tomar precauciones antes de examinarlos.

sábado, 20 de abril de 2013

Impossible (Seb, 3)

Un fuerte golpe en la calle y unos gritos de lo que parecían albañiles diciendo palabrotas porque uno de sus compañeros había dejado caer la pesada carga del montacargas sobresaltaron a Seb, acostado en su cama. La luz que salía salvaje y deslumbrantemente de la ventana le da de lleno en la cara y le obliga a llevarse una mano a la cara. Mira a su alrededor con dificultad. No parecía su habitación de la casa de Jim.

— ¿Qué cojones…? Este es mi piso. ¿Qué hago en mi piso?

jueves, 18 de abril de 2013

Hopeless (John, 3)

— ¿Sherlock? ¡SHERLOCK! ¡DESPIERTA, DESPIERTA! —agita con fuerza su cuerpo y le da pequeñas palmadas en la cara para que reaccionase, pero no sirven. Estaba inconsciente.

Le tumba un segundo boca arriba y pone su cabeza en el pecho del detective. El pulso había pasado de ser débil e irregular a estar acelerado y aumentando; la presión cardiaca era elevada. Vuelve a ponerlo de lado para mayor seguridad.

martes, 16 de abril de 2013

A present (Sherlock, 5)

Sherlock se despierta entrada ya la mañana, arropado con la sábana hasta arriba, la nariz taponada por la congestión y los ojos ardiendo como el fuego. Sentía el cuerpo pesado y adormilado. Llevaba varios días constipado desde la discusión bajo la lluvia con John, al que apenas veía desde entonces.

Decide de mala gana levantarse de la cama e ir a tomarse algo. Arrastra consigo la sábana y se arropa con ella mientras se incorpora en la cama, para luego salir de la habitación. John le dejaba las pastillas y las infusiones donde pudiese verlas en la encimera de la cocina. No le prestaba ayuda directamente porque seguía enfadado, pero tampoco podía negársela.

viernes, 12 de abril de 2013

Turn off the light (Jim, 3)

No era muy tarde. No serían ni las doce de la noche, pero de nuevo y una noche más, Jim era incapaz de dormir. Esta vez no por las migrañas, sino porque desde siempre conciliar plácidamente el sueño era algo que nunca había conseguido dominar. Había pasado una semana desde el incidente con las drogas. ‘’Ni si quiera sé por qué tengo un bote de esos en el lavabo…’’. No recordaba mucho de lo que pasó después de desmoronarse en el suelo, pero la cara de Sebastian cogiéndole la suya y mirándole fijamente antes de que cerrara los ojos no la había olvidado. Su mirada reflejaba preocupación… incluso miedo.

Más aterrado estuvo Jim, aunque es algo que no reconocería. El sentirse completamente inútil, que su cuerpo no pudiera reaccionar, es algo que le hacía sentirse vulnerable, y odiaba ese sentimiento. Otra cosa que no exteriorizaría sería lo agradecido que estaba a Seb de que lo ayudase. No quiso estar solo esa noche, y necesitaba algo a lo que aferrarse en ese momento de cansancio y debilidad.

martes, 9 de abril de 2013

I don't believe it (Eli, 3)

La excitación, la angustia y el terror del momento habían hecho que el viaje por teletransporte fuera infernal para Eli. Nada más encontrarse en el salón de su casa, se derrumba hacia atrás y cae en el sofá. Erik se encuentra enfrente de ella, que está llorando y con muy mala cara. Tiene ganas de gritarle, de pegarle, aunque más ganas tiene de volver a casa de Jim y darle una paliza a Seb. Ahora lo odiaba más que nunca. ‘’ ¿Quién se ha creído que es? Yo soy su hija. Él sólo es su francotirador… Aunque me he dado cuenta de cómo le mira a veces, pero me da igual. Tengo más derecho que él’’, piensa mientras cierra con fuerza los ojos e intenta concentrarse en no vomitar.

Pasan unos minutos y por fin nota que se encuentra mejor. Le extraña que Erik no se haya movido del sitio. Seguía mirándola, con las manos en los bolsillos y esperando a que se recuperara. '‘No entiendo qué hace ahí como un pasmarote cuando debería correr para que no le arranque la cabeza’’.

viernes, 5 de abril de 2013

Wake up! (Seb, 2)

—Vamos allá —le dice Sebastian a su reflejo.

La espuma blanca de afeitar le cubría media cara. Coge del vaso del lavabo la navaja y la frota contra una tira de cuero para afilarla. La pone a la altura de sus ojos, viéndose en el impoluto y brillante reflejo que le otorga, y empieza a pasarse la hoja por la cara, quitándose en suaves pero rápidas pasadas trozos de espuma y limpiando la hoja de la navaja en el lavabo.

martes, 2 de abril de 2013

The snap (John, 2)

Ve estupefacto cómo su compañero sale del salón para dirigirse a la calle. Nunca había visto al gran Sherlock Holmes escapar de los problemas, y menos aún de una discusión. Es como si le dejase ganar. ¿Pero por qué?

Vuelve a la cocina abatido y desconcertado y coge su taza de té, yéndose más tarde al sofá a mirar por la ventana. Al rato, empieza a llover, y observa alicaído el cielo nublado.

— ¿Por qué se habrá marchado? Sherlock nunca hace eso. Siempre debe tener la última palabra, siempre tiene que salirse con la suya y yo o darle la razón o rendirme. Nunca ha huido de esa forma…

sábado, 30 de marzo de 2013

Fucking migraine (Jim, 2)

Un dolor incesante recorría todo su cráneo, una pulsación en el lado izquierdo de la cabeza insistente y condenadamente molesta. Ya habían pasado varias horas desde que había sentido cómo empezaba a pasarle un hormigueo constante por la lengua y la mejilla y era incapaz de ver de manera nítida. Encendía y apagaba la luz de la mesita cada dos por tres por puro aburrimiento, notando el cambio brusco de luz y de visión.

—Jodida migraña —dice Jim en voz alta, tumbado en la cama.

jueves, 28 de marzo de 2013

Rain (Sherlock, 4)

John deja un momento unos informes del hospital en la mesa para ir al frigorífico a tomar un tentempié. Era bastante tarde, altas horas de la noche, pero tenía mucho trabajo. Sherlock le acompañaba porque no tenía nada mejor que hacer.

—Sherlock, te toca ir a por leche —le comenta John mirando el interior del frigorífico.

— ¿Desde cuándo nos turnamos para ir a por leche? Yo no voy a ir.

—Pues yo fui la última vez, así que estamos sin leche hasta que no se digne a ir, señor detective asesor.

martes, 26 de marzo de 2013

Passion (Irene, 3)

—Señorita Adler —la voz de Kate resonando por el pasillo hace que salga del salón y vea a Jim en la puerta con el semblante serio—. El señor Moriarty.

Jim se adentra en la casa y pasa al lado de La Mujer.

—Qué bien adiestrada la tienes, ¿no? —dice susurrando cuando Kate abandona el pasillo para dirigirse escaleras arriba.

—Es una sirvienta. ¿Qué esperabas? —le responde en otro susurro. ‘’Aunque no me gusta que hables de ella como una mascota. De ella no’’.

viernes, 22 de marzo de 2013

A wizard in my house (Eli, 2)

Habían pasado semanas desde que Eli y Erik vivían juntos en el piso de la chica, y aún ella no se lo creía. ‘’Un mago en mi casa —pensaba—. Tengo un mago viviendo en mi casa. Por muchas veces que me lo repita, seguirá siendo poco creíble’’. En lo que llevaban viviendo juntos, Erik en ningún momento mostró sus habilidades mágicas. Era un hombre de no más de treinta años, de pelo corto color cobre oscuro, barba de dos días y unos ojos tan azules como el cielo despejado en un día soleado, un azul intenso y profundo.

martes, 19 de marzo de 2013

Theatre (Sherlock, 3)

Las paredes de la casa cada vez se comprimían más en su mente. Lo ahogaban, lo asfixiaban. Llevaba días sin salir de casa. Ni un caso. La policía apenas contactaba con él, pero Lestrade se las apañaba para pedirle ayuda de manera discreta, aunque hacía unos días que no le daba noticias, y eso lo frustraba.

Esa sencilla nota con el nombre del cuarto mes del año en ella de Irene era otra de sus principales frustraciones. Ya eran semanas dándole vueltas y no sacaba nada en claro.

‘’Demasiado tiempo libre —piensa mientras pasea por el salón. Se aproxima a la ventana y mira por ella—. Ese es el problema. Tiempo libre en abundancia. Qué horror’’.

viernes, 15 de marzo de 2013

Those days (Seb, 1 parte 2)

Por aquellos días, Elisabeth ya no estaba en la ciudad. Jim la había mandado a hacer una especie de gira por varias ciudades que consistía en cursos y pruebas para mejorar su técnica de bailarina. Lo tenía todo pensado: que Elisabeth no se enterara de su gran encuentro con Sherlock Holmes. Hasta ahí, Seb sabía todo lo que iba a suceder. Excepto un detalle que Jim nunca le contó.

Un disparo. Uno solo, en el más profundo silencio. Seb se sobresaltó al escucharlo. Pensaba que Jim había decidido ir por la vía fácil y cargarse a Sherlock de manera… vulgar. Pero sabía que no actuaba así. El momento en el que vio a Holmes aproximarse al borde de la azotea, un molesto cosquilleo recorrió todo su cuerpo, haciendo que de la sorpresa casi apretara el gatillo del rifle con el que apuntaba a John Watson. Cuando vio precipitarse al detective contra el suelo, llamando la atención de los pocos transeúntes, del doctor, y de los enfermeros que acudieron arduos en su ayuda, Seb desmontó el rifle lo más rápido que pudo. Cuando ya apenas había gente en la calle, se apresuró a entrar en el Barts y, sin que nadie le viera, subir a la azotea.

martes, 12 de marzo de 2013

Those days (Seb, 1 parte 1)

Una lluvia copiosa, estruendosa y afilada como cuchillas mojaba cada centímetro de la calle. En medio de la calle, un hombre alto, de pelo rubio oscuro y con una pequeña cicatriz que le traspasa el ojo izquierdo de manera irregular y vertical, se aparta el pelo de la cara y se lo echa para atrás mientras se sube con la mano libre las solapas de la chaqueta. Mira al cielo, en el que apenas se veían estrellas porque las nubes invadían cual tirano la bóveda celeste, y nota cómo cae una a una las gotas de lluvia en su cara, haciendo que apenas se notase la imperfección que le marcaba, aunque para él no era nada de eso. Vuelve a apartarse el pelo de la cara y sigue su camino. Al doblar la esquina por segunda vez, se encuentra con unas escaleras empapadas y un cartel con luces de neón en tonos azulados: Bad Wolf. Sonríe levemente y se adentra escaleras abajo.

miércoles, 6 de marzo de 2013

She's come back (Jim, 1)

Guía a Elisabeth por la casa, cogiéndole las maletas para que ella pudiese quitarse la gabardina. La calefacción estaba puesta, y se asaría si no se despojaba de la prenda de abrigo.

— ¿Qué tal ha ido la gira? ¿Sigues compaginando bien el entrenamiento con el ballet?

—Sí. Sé que no entiendes por qué sigo con esto, pero no me cansaré de repetirte que lo hago por mamá. Quiero seguir sus pasos cueste lo que cueste.

viernes, 1 de marzo de 2013

Jealous (John, 1)

Después de una jornada dura en el hospital, John vuelve a casa y sube las escaleras apesadumbrado hasta llegar a su habitación para dejar la carpeta antes de volver al primer piso del 221B y entrar en el salón, el cual estaba en penumbra y totalmente a oscuras, tal y como lo había dejado antes de irse.

martes, 26 de febrero de 2013

In home (Eli, 1)

Habían pasado tres años desde su última estancia en Londres, la grandiosa Londres. La echaba de menos. Para Elisabeth, era la ciudad más bonita del mundo. Claro que… no había salido del país, y por eso la idealizaba tanto, pero sabía que aunque viajara por el mundo y viese Viena, o Roma, o París, Londres seguiría siendo uno de sus lugares favoritos.

El silbato de uno de los asistentes del tren pita y resuena por toda la estación, y a ese estridente sonido, se le une la bocina del tren. La chica sale con sus maletas en mano del vagón y las deja en el suelo un momento. El vapor de las chimeneas del tren baña y danza libremente por toda la estación, dejando un panorama lúgubre de no ser porque el sol brillaba plenamente, haciendo una combinación de matices y colores mágica. El tren marcha lentamente hacia un nuevo destino.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Losing the control (Sherlock, 2)

‘’ ¿Q-qué me pasa? ¿Es el vino? ¿Cómo he podido beber tanto? N-ni me he dado cuenta’’. Sherlock estaba algo desequilibrado e intentaba centrarse más en los pasos que en su pareja de baile para no tropezar.

— ¿Sherlock? —dice Irene inclinando la cabeza, buscando sus ojos—. ¿Qué tienes en mi contra? ¿Te incomoda que te haya ayudado? Tú, que todo lo sabes y todo lo puedes… ¿O es otra cosa?

La mira, nervioso, apartando al instante la mirada.

viernes, 15 de febrero de 2013

Wine (Irene, 2)

— ¿Estas son horas de llegar? —pregunta ella, fingiendo indignación—. Si lo sé no te pido que vengas.

El restaurante da Scalzo era un lugar pequeño y acogedor, con dos plantas, una amplia barra con un buen surtido de bebidas alcohólicas y vinos de calidad y una pequeña zona en la que, si se apartan unas cuantas mesas, los martes y los viernes se convertía en una pista de baile. La música de ambiente embriagaba el lugar con su melodía relajante e instrumental.

El detective se sienta, dejando en el regazo de la silla el abrigo y la bufanda.

—Lo siento. Se me pasó la hora.

martes, 12 de febrero de 2013

The date (Sherlock, 1)

— ¿Lugar y hora? –SH.

Deja el móvil en la mesa.

—Interesante. —susurra para sus adentros.

El borbotar de los productos químicos en las infinitas probetas colocadas simétricamente en la mesa de la cocina era la banda sonora de trabajo de Sherlock. Sumergido en su trabajo, todo lo que estaba a su alrededor era superfluo. Los innumerables cláxones de coches en la calle eran leves susurros que estaban lejos, muy lejos. La gente paseando por Baker Street, con sus ruidosas bolsas en la mano, o los tacones resonando contra la piedra, apenas los oía. Sólo existía él y su arsenal de trabajo en un espacio cerrado sin ruidos ni molestias.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Information (Irene, 1)

Unos diminutos rayos de Sol penetraron por la ventana hasta acariciar la piel de Irene Adler. Se desperezó un poco, y al estirar el brazo, notó a su lado a Kate.

—Kate, hay que levantarse. Hazme el desayuno, por favor. —le da un cariñoso codazo en el brazo y se levanta.

La chica obedece y, quitándose de encima el sueño de un bostezo, se pone la bata y sale de inmediato de la habitación.

domingo, 3 de febrero de 2013

Prólogo

El constante bullicio de la ciudad de Londres era algo en lo que apenas se percataba John Watson en su día a día. No prestaba atención a los turistas, ni a la cuantiosa cantidad de tráfico diario, ni a los músicos callejeros o los vendedores ambulantes anunciando a voz en grito su mercancía. Todo había cambiado desde aquel fatídico día. La caída. La pérdida. Sherlock ya no estaba allí. Murió.

viernes, 1 de febrero de 2013

Bienvenidos a The Man Who Can

Os doy la bienvenida a este blog que he creado con el fin de compartir con todo seguidor de la serie de la BBC Sherlock un fanfic que he escrito. Me llamo de Celia, y los que me sigan en Twitter (a la derecha tenéis en enlace a mi cuenta) me conocerán también de otro blog, Cinco tentaciones.